«La vida empieza en lágrimas», dijo Quevedo.Se equivocó.
La vida empieza mucho, mucho antes.En nuestra patada en el vientre materno,por ejemplo, porque a las pocas semanas de gestación ya movemos los brazos y las piernas.Nos chupamos el pulgar. Podemos oír lo que ocurre ahí fuera. Sufrimos ataques de hipo. Antes de nacer ya nos han pasado muchas cosas. Y tenemos nombre: aún no hemos salido al mundo y ya saben cómo nos llamamos.
El caso es que aguardan nuestra llegada y, de algún modo, esperan que al nacer cumplamos todas sus expectativas.
Iñigo Garcia Ureta
Quanta sensibilitat !
Gracies!
fotos fetes amb el cor. Precioses!